Las casas de Bárbara Rey: la de Boadilla, donde grabó al Emérito, y la de La Moraleja, donde vivió un infierno y que vendió a Jesús Gil

Considerada uno de los rostros más conocidos de nuestro país, poco imaginaba Bárbara Rey (o eso cuentan desde su entorno), que volvería a acaparar los titulares por una traición de su hijo, Ángel Cristo Jr. Ha pasado una semana desde que el hijo mayor que la ex vedette tuvo con Ángel Cristo rompiera su silencio en televisión (cobrando un dineral), para cargar contra ella, cuestionando su labor como madre y confirmando la existencia de unas fotos íntimas con el rey Juan Carlos, quien aseguran está "satisfecho" con esta versión.

Convertida en la protagonista del momento, esta vez de manera involuntaria, Bárbara Rey revive, por boca de su hijo, algunos de los momentos clave de su vida. Momentos como su matrimonio con Ángel Cristo, marcados por los malos tratos y las drogas; o los años de romance con el rey Juan Carlos, a quien Ángel Cristo Jr. asegura él mismo fotografió en su casa durante los encuentros clandestinos que tenía con Bárbara Rey, a petición de esta para luego chantajearle a cambio de una auténtica fortuna.

De nuevo de plena actualidad, descubrimos los escenarios en los que Bárbara Rey vivió estas dos etapas de su vida, tan diferentes y polémicas: el chalet de La Moraleja en la que convivió con su exmarido y sus hijos; y la casa de Boadilla del Monte, donde se instaló tras su divorcio, y donde Ángel Cristo Jr. asegura, se hicieron las famosas fotografías íntimas de Juan Carlos I y Bárbara Rey, que tanto han dado de qué hablar.

El chalet en La Moraleja: un “infierno” para Ángel Cristo Jr. donde Bárbara Rey vivió sus peores momentos

Fue a finales de 1979 cuando, convertida en una de las artistas del momento, Bárbara Rey conoció a Ángel Cristo, dueño de uno de los mejores circos de Europa. El 12 de enero de 1980 se dieron el ‘sí quiero’ en Valencia bajo la carpa del circo, formando uno de los matrimonios más admirados del momento.

Sin embargo, las cosas entre ellos se torcieron al poco tiempo. “Los primeros malos tratos, tanto físicos como psicológicos, fueron al principio, al poco de casarnos”, contó la propia ex vedette en el programa de Risto Mejide.

Tras su boda, Bárbara Rey abandonó su exitosa carrera y su piso en la calle de Arturo Soria para centrarse en su familia e instalarse en la espectacular casa que Ángel Cristo compró en diciembre de 1980 en La Moraleja. Un chalet donde la pareja formó su familia, tras el nacimiento de sus dos hijos, y en el que vivieron un auténtico infierno, tal y como desveló hace unos días Ángel Cristo Jr.

“La casa de La Moraleja es una pesadilla, es un infierno. Había peleas, gritos, mucho miedo y sangre. Mi miedo era que no mataran a mi madre. Mi padre se descontrolaba muchísimo más”, señaló el hijo de Bárbara Rey el pasado 24 de noviembre en ‘¡De Viernes!’

Durante su entrevista, el hijo mayor de la artista relató algunos de los violentos episodios que vivió durante su infancia en el chalet de La Moraleja, una casa en la que “empezó a entrar y salir gente, drogas, alcohol, prostitutas”.

Fue en esta casa donde Bárbara Rey y Ángel Cristo vivieron juntos hasta el final de su matrimonio, en 1989. Tras su separación, la ex vedette se quedó junto a sus hijos, Ángel y Sofía, en el que fue el hogar familiar. Sin embargo, la situación económica y las deudas hicieron que el chalet de La Moraleja acabara siendo propiedad de Jesús Gil.

Con diez mil metros cuadrados de extensión, tres plantas y rodeada de pinos, la casa de Bárbara Rey y Ángel Cristo estaba situada en una de las arterias principales de La Moraleja. Una gran vivienda que, tal y como aseguró la artista tiempo después a la revista ‘Lecturas’, intentaron vender antes del fin de su matrimonio: “Andábamos siempre con el circo de un lugar a otro, preferíamos una vivienda algo más pequeña. No se vendió entonces y después decidimos quedárnosla porque se disparó la especulación del suelo. Total, aquí sigo con mis hijos”. Aunque no por mucho tiempo.

Tal y como apunta 'Elcierredigital', sobre esta casa se ordenaron dos embargos, uno de ellos por valor de “13 millones de pesetas que una empresa de Ángel Cristo debía al Banco Bilbao Vizcaya”.

Fue entonces cuando, conocedor de la situación, Jesús Gil aprovechó para hacer una compra redonda, por “un precio de venta confesado de noventa millones de pesetas, a través de una de sus múltiples sociedades”. Según el portal, “del precio total de la compra, Gil retuvo cincuenta millones de pesetas para afrontar el pago de los dos embargos que gravaban la finca y que a punto estuvieron de desahuciar de ella a la misma Bárbara Rey y a sus hijos”.

La casa de Boadilla, donde Bárbara Rey grabó y fotografió sus encuentros con Juan Carlos I

Tras la venta de la casa de La Moraleja, Bárbara Rey se instaló en Boadilla del Monte, aseguran algunas fuentes que por indicación del rey Juan Carlos, ya que esta vivienda estaba más cerca de Zarzuela.

Una casa que, tal y como relató la propia Bárbara Rey, se convirtió en escenario de su historia de amor con el Emérito, y donde, según confirma ahora Ángel Cristo Jr., realizaron las comprometidas imágenes. Unas imágenes que, según asegura, su madre utilizó para chantajear al por entonces monarca.

“Ella toma la decisión de hacerle unas fotos al Rey (Juan Carlos I) y, de alguna forma, consigue que haga yo las fotos. Me da a entender que es un material muy peligroso que no puede circular ni estar en manos de nadie” ha apuntado Ángel Cristo en el programa de Mediaset, donde también ha explicado cómo se tomaron, según su versión, esas imágenes.

"No se hacen solo fotos, también se hacen videos y grabaciones. Todo eso que se ha contado de la tienda del espía que vienen a casa y que instalan cables y metros y metros, no es verdad. Simplemente se esconde una cámara en la habitación y otra cámara en el comedor" ha explicado durante su entrevista.

Tras una temporada en alquiler por 3.000 euros mensuales, Bárbara Rey puso a la venta esta vivienda en 2019, por 690.000 euros, al parecer, para solventar sus problemas económicos.

Se trata de un chalet pareado, con 474 metros cuadrados construidos en una superficie de 687 de parcela, que cuenta con tres plantas; seis luminosas habitaciones; seis cuartos de baño, el del dormitorio principal con acabados en mármol negro y jacuzzi; piscina privada; bodega; gimnasio; una amplia cocina y un gran salón con salida directa al jardín.

Un jardín en el que Bárbara Rey ha confesado que el Emérito pasó mucho tiempo, disfrutando de sus paellas y barbacoas, y donde Ángel Cristo Jr. asegura se escondió para realizar las fotografías íntimas de su madre con el Emérito.

Según se dijo, la casa contaba con una puerta trasera que conectaba directamente con los alrededores de El Pardo, zona donde se encuentra el Palacio de la Zarzuela, y por la que supuestamente Juan Carlos I accedía a la propiedad de Bárbara Rey sin ser visto.

Pero además, esta vivienda fue en la que la ex vedette sufrió un robo en 1997. Un robo que ella atribuyó a los servicios secretos, a quienes acusó de haberse llevado grabaciones y material comprometido.