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La triste muerte del único hijo varón de Tony Leblanc, con quien trabajó en 'Torrente'

Tony Jr. no estaba a gusto en su condición de actor. La sombra de su padre le intimidaba. Y prefería estar junto a él pero con otras ocupaciones.

Tony Jr. no estaba a gusto en su condición de actor. La sombra de su padre le intimidaba. Y prefería estar junto a él pero con otras ocupaciones.
Tony Leblanc hijo. | Cordon Press

En un hospital alicantino ha fallecido Antonio Fernández Páez a la edad de setenta y un años. Era el único varón de los ocho hijos del gran actor cómico Tony Leblanc. Con su padre intervino en varias películas pero no quiso continuar su breve carrera artística "porque era inevitable que me compararan con él". Vivía desde hace años en Benidorm y únicamente se sabía de él cuando en homenajes a su padre era invitado para recordarlo, como ocurrió hace un año en Televisión Española, o en el teatro Circo, de Albacete.

Tony Leblanc es sabido que respondía a la identidad de Ignacio Fernández Sánchez. Esos apellidos le resultaban demasiado comunes, de ahí que, amén de cambiar su nombre por el de Tony, decidió añadirle Leblanc, en atención a su progenitor, un labriego conquense llamado Ignacio Fernández Blanc.

Tony Leblanc fue el mejor galán cómico del cine español. Se casó con una bailarina sevillana, Isabel Páez, tras su ruptura sentimental con Nati Mistral. Tuvieron ocho churumbeles, siete niñas. De ellas, la mayor, Silvia, es actriz. Y actor también Tony Jr. La primera vez que apareció en la pantalla fue en 1957, en la película de Ignacio F. Iquino Los ángeles del volante, donde Tony Leblanc senior encabezaba el reparto. También éste decidió ser una especie de "Juan Palomo" (yo me lo guiso, yo me lo como), facultado para escribir el argumento y guion, amén de dirigirlo y ocuparse de la banda sonora, en El pobre García, en 1961, donde su hijo Tony tuvo una intervención más importante: era hijo del protagonista, de ese García incorporado por su progenitor, enfermo sin poder salir de casa. Ese papel tierno y emotivo lo supo resolver muy bien el jovencito Leblanc.

Y como quedó dicho, Tony Jr. no estaba a gusto en su condición de actor. La sombra de su padre le intimidaba. Y prefería estar junto a él pero con otras ocupaciones. En adelante, ya en edad madura, su obsesión era siempre la de defender su legado. No paró hasta que fallecido su padre en 2012, el Ayuntamiento de Madrid le dedicó en 2022 un pequeño callejón con el nombre de Tony Leblanc, paredaño a la calle de San Mateo, cercana a la de Fuencarral. Creemos que el inolvidable cómico merecía que se rotulase un rincón madrileño de mayor longitud e importancia.

Tony Leblanc sufrió un gravísimo accidente de automóvil en carretera en mayo de 1983, hace ahora cuarenta años, de resultas del cual, tras superar los primeros momentos, ya hospitalizado (en Televisión Española "lo dieron por muerto"), hubo de padecer un larguísimo periodo de varios años durante los que fue intervenido quirúrgicamente un montón de veces. Su vida transcurría en silla de ruedas. Hasta que un gran admirador suyo, Santiago Segura, lo rescató en 1997 para intervenir en Torrente, el brazo tonto de la ley, donde también su hijo Tony tuvo un papelito. Al igual que en las siguientes secuelas, Torrente 4: Crisis letal y Torrente 5: Operación Eurovegas. Y allí se acabaron las apariciones cinematográficas de padre e hijo.

Tony Leblanc Jr. , como ya apuntamos, residía en Benidorm hacía tiempo, alejado de toda actividad artística, donde la familia Leblanc era propietaria de un apartamento, y allí veraneaban desde los años 60. La muerte de su padre fue un duro golpe para él. Cinco años más tarde fallecía su madre, tras sesenta y tres años casada, víctima de un cáncer de médula. Sólo traté a Tony Jr. en una ocasión, con motivo de un coloquio en Telemadrid, donde habían programado El pescador de coplas, una de las primeras películas de su padre. Me pareció, de acuerdo con otros comentarios ajenos sobre su personalidad, que era una persona agradable, bondadoso, que hablaba siempre con admiración y enorme cariño acerca de sus progenitores. Como se dice vulgarmente, "a su padre lo tenía en un altar". Físicamente, era muy parecido a él, incluso padecía la alopecia paterna. Muchas son las condolencias que ahora se suceden en memoria de Tony Leblanc Jr.

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