A los 73 años anunció que se retiraba del cine y, sólo unos meses después, la Academia del Cine español le concede el Goya de Honor por toda su carrera. Cómico, español prototípico, generador del llamado 'landismo' y, por fin, reconocido como excepcional actor, Alfredo Landa repasa toda una carrera, a su entender, "maravillosa".
Por resumirlo en una palabra, algo acojonante. Hace que mi retirada no pueda ser más bonita.
Si dijera un solo nombre dejaría de lado a un montón de amigos. Pero eso sí: no quiero que me lo entregue
Ha rodado muchas películas con él, ¿están peleados?
Sí, pero no quiero hablar del asunto.
Después de 49 años, ¿por qué se jubila ahora?
Tras Luz de domingo sentí que me había desaparecido la pasión, y si algo no te apasiona es que no vale la pena.
¿Y por qué desapareció esa pasión?
Por lo mismo por lo que se me cayó el pelo: porque sí. Todo termina. Ver cómo lo dejaba Indurain también me ayudó: se fue en lo más alto, a lo grande. Primero pensé que era una pena, pero después me di cuenta de que demostraba lo inteligente y buena persona que era.
¿No está un poco triste?
No, si lo estuviera no me iría. Cuando se lo expliqué a mi mujer me dijo que 'olé'. Y si ella me lo dice, se acabó.
No, sólo luces. Ha habido momentos duros, pero también tiene que haberlos para valorar lo bueno. Y todo ha sido maravilloso.
Actor no, cómico, como dice
Sí, entré por la puerta grande. Protagonista, y junto a
Como un fenómeno sociológico. Alguna vez me han querido ridiculizar con él, pero me siento muy orgulloso. No hay 'Gimenezismo' ni 'Fernandezismo'... ¡y el único Landa soy yo!
Sin duda. Bajito, reprimido y que liga poco. Pero siempre con buenos sentimientos.
A nada. A dormir y no hacer nada más. Es lo que más me gusta en el mundo.
Las tengo todas en casa, pero no suelo ponerlas. Sí me gusta ir al cine con mis hijos y nietos a verlas, o hacerlo cuando las ponen en televisión.
Soy como un Land Rover: un todoterreno... navarro. Pero reconozco haberme sentido más cómodo haciendo comedia que drama. En
No. Le conocí en 1991, rodando el remake de
En el cine, no. Siempre he sido muy independiente. Me gusta sentirme libre: liberal, navarro y español.
Muy mal. Hay una falta de talento descomunal. Es algo que viene de lejos, y que también pasa con el cine francés, inglés o estadounidense.
Me encanta
No. Ninguna. En esta vida hay que ser serios, y si uno toma una decisión tiene que ser consecuente.
Sí, mucho. Recibo cartas preciosas, pero quiero destacar una: una señora me contaba que sus padres no paran de ver mis películas para aprenderse mis frases, y que luego las repiten entre ellos. Como al resto de cartas la contestaré personalmente, pero regalándole además una foto mia enmarcada.
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