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Helga Liné, diosa del cine de género

De pequeño Serendipia ya era muy enamoradizo. Les hablo de la vertiente platónica del tema, por supuesto. Inma de Santis, Emma Cohen, Maribel Martín, Marisol … Me enamoré de todas ellas y puedo decir que lo sigo estando. Incluso a una de ellas pudo conocerla y confirmar lo que suponía: que era un tipa fenomenal. Pero Helga Liné era otra cosa. Cuando la veía en el Súper-8 de El espanto surge de la noche o en el de El asesino de muñecas le sugería otras cosas. Por lo pronto ya no era tan joven como sus queridas Emma e Inma (que también salían en esas películas, por cierto). Su mirada no era, ni mucho menos, inocente y sus formas… no tardó en entender lo que le sugerían. Si, a Serendipia Helga Liné le imponía respeto pero también le abrían un mundo de sensualidad situado más allá de pasear por el campo cogido de la mano de su amada.

 

(Archivo Serendipia)

Y cómo no iba  a hacerlo si ya lo traía de nacimiento, pues, Helga Lina Stern nació en Alemania, concretamente el 14 de julio de 1932 en un Berlín convulso que veía como, tan solo tres meses antes, el partido nazi ganaba las elecciones y poco después el ridículo personaje de bigote a lo Chaplin era nombrado canciller. Y ya saben lo que vino a continuación. Así que la familia de Helga decidió poner pies en polvorosa ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos y en 1940 se refugiaron en Portugal, donde se crió la pequeña Helga, a la ya desde pequeña y alentada por su madre se le despertó la faceta artística, destacando primero por el baile, más tarde como modelo, contorsionista y acróbata, lo que la llevó a trabajar en el circo. Una disciplina que le ocasionó algunas secuelas en la espalda de las que todavía hoy se resiente. Y de ahí a realizar sus primeros pinitos en el cine gracias a un concurso que gana, debutando en Porto de Abrigo (1941) de Adolfo Coelho, lo que dio pie a varias películas más, algunas en régimen de coproducción con el país vecino y otras enteramente españolas, en las que Helga desempeñaba una función poco menos que decorativa (El negro que tenía el alma blanca, La trinca del aire, El gran galeoto…). En 1951 protagoniza en Portugal la que todavía hoy es su película favorita: «Para mí la mejor película en la que participe fue la primera que hice, que se llamaba ‘Saltimbancos’, una película de circo rodada antes de que Fellini hiciera La Strada«. Y si bien no es la primera película en la que participa, si que es la que le proporciona su primer papel importante, además de retratar un mundo que la actriz conocía bien. Saltimbancos fue la opera prima de su director, Manuel Guimarães, que dedicaría gran parte de su carrera al documental.

Una jovencísima y rubísima Helga Liné demonstrando sus dotes como contorsionista

Helga compaginaría el cine con su trabajo como vedette en la Compañía de Revista del Teatro Albéniz, con la que sale de gira por España a mediados de los cincuenta protagonizando Una rubia peligrosa y Mujeres de papel, comedias musicales dirigidas por Manuel Paso. Esta temporada de escenarios dejó una profunda huella en la actriz, que considera que «El medio en el que estoy más a gusto es el teatro. Es más directo y me gusta mucho más. El cine, ya sabes, puedes empezar a rodar primero el final, cortar… es otra cosa. El cine es otra cosa, es una técnica.»

Helga ya va adquiriendo la expresión y mirada que la convertirán en leyenda (Archivo Serendipia)

Ya en los años sesenta Helga Liné vuelve al cine, trabajando prácticamente en todo lo que le proponen. Había enviudado y debía sacar adelante ella sola a sus dos hijos. Rueda películas en España como apoyo a las niñas prodigio Rocío Dúrcal (Canción de juventud, Rocío de la Mancha) o Maleni Castro (Las gemelas),  participando en un buen número de cintas interpretando al interés romántico del héroe, muchas de ellas coproducciones hispano-italianas como El capitán intrépido (Mario Caiano, 1963), Los invencibles (1963) de Alberto de Martino o Espartaco y los diez gladiadores (1964) y El triunfo de los diez gladiadores (1964) de Nick Nostro, además de participar en su primera película de terror, la poco vista Horror (Alberto de Martino,1963). Es en esa época cuando la actriz marcha a Italia, donde en seis años hace la friolera cifra de 36 películas, inscritas en  los más diversos géneros: espías (La muerte espera en Atenas, Operación Poker: agente 05-14, Operación Mogador, Operación Lady Chaplin…), peplum (Ercole contro i tiranni di Babilonia), bélico (Los leopardos de Churchill), aventuras (El arquero de Sherwood), comedia (con los inefables Franchi y Engrassia en Brutti di notti) y también terror, coincidiendo con Barbara Steele, otra ilustre refugiada en el cine de género italiano, en Amantes de ultratumba (Amanti d’oltretomba, 1965) dirigida por su viejo conocido, Mario Caiano.

Operación Mogador ( Terence Hathaway -Sergio Grieco, 1966)

«El máximo de películas que llegué a rodar en un año fueron seis. Por eso ahora no me gusta levantarme muy temprano, porque entonces me levantaba todos los días a las cinco de la mañana, viajaba y a lo mejor debía rodar en un sitio en verano vestida de invierno o de verano en pleno invierno. Y te metían hielo en la boca para que cuando hablaras no te saliera vapor… ¡Esto es el cine!«

En la práctica totalidad de estos títulos Helga Liné participa como coprotagonista, o al menos figura en una posición destacada del reparto, pero conforme su nombre comienza a bajar, decide instalarse en España. Estamos en 1970 y la actriz tiene 38 años y, no lo olvidemos, dos hijos que mantener.

Pronto demuestra que no tiene miedo a nada ni nadie y confirma, como ya lo había hecho en Italia, su lugar de honor como leyenda del cine europeo de género, «Me daba igual todo. Yo aceptaba todo menos pornografía». Interpreta comedias picantes como señora estupenda que hace desfallecer a José Luis López Vázquez o Alfredo Landa; y también aventuras, western y sobre todo terror. En 1972 rueda a las órdenes de Eugenio Martín Pánico en el Transiberiano (1972) de la que recuerda con cariño «las escenas que tuve con Peter Cushing, maravillosas» aunque no conserva tan buen recuerdo de Christopher Lee. Y Pánico en el Transiberiano es tan solo la primera de una lista que incluye El espanto surge de la tumba (Carlos Aured, 1973), Las garras de Lorelei (Amando de Ossorio, 1973), La saga de los Drácula y La orgía nocturna de los vampiros ambas de 1973 y dirigidas por León Klimovsky, cintas dirigidas por la flor y nada del Fantaterror español, realizadores de los que la actriz guarda, en general, buenos recuerdos «Klimovsky es un amor dirigiendo. He hecho muchas películas con él. Con Amando de Ossorio también. El mejor para mí es Carlos Aured, que es alumno de Paul Naschy, que en su momento no fue reconocido y ahora sí.» Eso sí, cuando Serendipia le mostró a Helga Liné una radiante copia alemana en Blu-ray de Las garras de Lorelei, le dejó bien claro que no figuraba precisamente entre sus películas favoritas, «Ay, esa la odio, ¡Las garras de Lorelei no me gusta nada!». Recordaba entre divertida e irónica que le gustaba hacer cine de terror, «Me divertía abrirle el pecho a un muñeco y fingir que me comía su corazón, que en realidad era de cerdo».

Lobby Card alemán de El espanto surge de la tumba (Carlos Aured, 1972)

También reconoció que de estas películas se rodaban escenas con desnudos destinadas a la exportación, algo que «no estaba en el contrato, pero se hablaba. No creas tampoco que eran desnudos totales ni cosas de esas, pero sí, se hacían dobles versiones. Algunas actrices se lo tomaban

Helga en la época ‘señora estupenda’ del cine español. 

bien, otras mal. Yo me lo tomaba mal pero lo hacía. Pero pornografía no».

En 1974 obtiene el premio del Sindicato Nacional del Espectáculo a la mejor actriz de reparto por El chulo de Pedro Lazaga. Y poco después, con la muerte de Franco, desaparece la censura y se desata la fiebre del destape, moda que afecta la carrera de la estrella, «Mira, yo solo hacía lo que estaba en el guión. Si pasaba de ahí, no lo hacía. No me gustaba, y bastaba si el guión era bueno. Con Paul Naschy nunca tuve problemas», y junto a él encarno a una fascinante Zanufer en La venganza de la momia (Carlos Aured, 1975), última colaboración de la actriz con Naschy y Aured. Ese mismo año también se estrenó la peculiar El asesino de muñecas, que «no me gusta, porque querían que hiciera cosas que no estaban en el guión. Y por ahí no paso. Yo me he llevado bien con todo el mundo siempre y cuando me respetaran. Pero que no me pisaran porque entonces me enfadaba».

Mucho tiempo pasó antes de que los españolitos de a pié pudiéramos ver aquellas dobles versiones. En la imagen, El espanto surge de la tumba.

Y es que como vemos, quizás por su edad, Helga Liné tenía claro hasta donde quería llegar, por eso no se mostró de acuerdo con que las actrices denunciaran los abusos sufridos por parte de productores o directores años antes, lo conocido como ‘Mee Too’:

«Eso es una tontería ¿Por qué no lo han dicho en su momento? En mi época la que quería se destapaba y hacía lo que quería. La que sabía comportarse y poner la manita para que no pasara nada o para que no se atrevieran, no le pasaba nada. Y ahora dirán ‘Ay, me han obligado’, no, yo no estoy de acuerdo. Que lo digan en el momento. Y yo soy feminista, me gusta que la mujer trabaje y que llegue a ser directora, que haya productoras… en fin, que haya mujeres en el mundo del cine. Pero eso de quejarse de lo que pasó hace veinte años, me parece una tontería»

Flanqueada por Antonio y Mariano Ozores

Helga Liné quizás se encontraba en aquella época encasillada en papeles de señora estupenda -que indudablemente lo era- y villana, pero eso no parecía importarle «es más fácil hacer de villana que de buena. Pues de buena tienes que estar maravillosa y de villana… en fin. No me importaba hacer de villana, me daba igual. Puede que estuviera encasillada, pero así fue la cosa. Y fueron más de cien películas».

La actriz pasó los años setenta y ochenta tomando parte en todo tipo de producciones, algunas de ellas de alto contenido erótico. También participa en Laberinto de pasiones (1982) de Pedro Almodóvar,  además de hacer teatro y televisión, donde destaca su papel como madre de Javi (Juanjo Artero) en la popular serie  Verano azul (1981). En 1987 vuelve a ser llamada por Almodóvar con quien rueda La ley del deseo, de la que no guarda buen recuerdo por el trato recibido por el director.

A comienzos de los años noventa, durante una gira por Argentina con Luís Aguilé y su espectáculo teatral Escándalo en el Grand Hotel, decide instalarse allí, donde permanece en la actualidad,

Un alto en el rodaje de la serie ‘Verano azul’

volviendo cuando es llamada para algún trabajo puntual, ya sea en el medio teatral: La Hermana Pequeña (1999), adaptación de una obra de Carmen Martín Gaite; Ellas, la Extraña Pareja (2001), versión de un texto de Neil Simon de la que la crítica ponderó su labor (1); o El Cianuro… ¿Solo o Con Leche? (2003), de Juan José Alonso Millán. También televisión: El comisario (2001), Hospital Central (2004) y Vientos de agua (2006). Y, por supuesto, cine: Torrente 3. El protector (Santiago Segura, 2005). Aunque naturalmente va espaciando sus trabajos, pero sin descartar nada: «Tuve la manía de dirigir. Pero se me quitó y ya se acabó. Ya soy muy viejita».

Para Helga Liné, que en la actualidad tiene una vida de lo más tranquila en Buenos Aires, acompañada de sus mascotas, le resulta curioso que su trabajo sea recordado y que sus películas

En Sitges, radiante (Foto: Serendipia)

de terror sean consideradas de culto, «me parece muy extraño, porque aquí en España en aquella época no les hacían mucho caso», así que cuando le propusieron visitar en 2018 el Festival de Cine Fantástico de Sitges para recoger el Premio Nosferatu «me sorprendió muchísimo. Fueron dos veces a Buenos Aires. La primera vez dije que no, y la segundo vez Diego (2) me convenció. Y aquí estoy, (…) feliz de que me hayan invitado. Hay pocos festivales de cine dedicados exclusivamente al cine fantástico».

Y allí Serendipia tuvo ocasión de, como le pudo expresar a ella misma, cumplir uno de sus sueños, algo que ella tildó de exagerado. Pero no. Conocer a Helga Liné ha sido una de las circunstancias más felices que Proyecto Naschy le ha ofrecido a Serendipia. Fotografiarla mientras le indicaba donde debía de ponerse para sacarla con la mejor iluminación. Y hacerla sonreír. Ver sonreír a aquella mujer de rasgos duros y gélida mirada. Ver transformar su rostro en la expresión de la dulzura. Y ser testigo de su gran profesionalidad y experiencia con los medios, dejándose preguntar todo pero respondiendo, diplomáticamente, lo que quiso. Una experiencia realmente deliciosa. «Tengo muy buenos recuerdos. Me he llevado bien con todo el mundo.  Si empiezo a contar anécdotas… mejor que no». Y ya es una lástima. Pero no hubo tiempo. Helga Liné, con gran temple, tuvo que hacer frente a cinco medios que la entrevistaron conjuntamente durante diez minutos. De ahí han surgido las declaraciones textuales de la actriz incluidas en este artículo, además de otras confidencias que comentó a Serendipia cuando, una vez pasados esos veloces minutos, todos abandonaron la sala y quedó la actriz y su reducido séquito de amigas, entre ellas la maquilladora y peluquera cinematográfica Toñy Nieto y Serendipia, recogiendo sus cosas.

Todo había acabado. O eso pensé cuando me despedí dándole las gracias por todo. Pero Helga me sonrío y, de forma inesperada, me plantó dos besos en la cara. Y Serendipia retomó el día como el protagonista de Jupiter’s Moon, levitando.

¡Gracias Helga!

(1) : «Helga Liné vuelve a demostrar sus singulares dotes cómicas. Su belleza, elegancia y sofisticación, en contraste con la aguda ingenuidad de su carácter, la convierten en un personaje y una actriz de comedia deliciosa e indispensable» Juan Antonio Vizcaíno en: http://elmeteoritodelteatro.blogspot.com/2010/07/entre-amigas-anda-el-juego.html
(2) Diego López, responsable, entre otras cosas, de la Sección Brigadoon del Festival de Sitges, editor del fanzine ‘El Buque Maldito’ y autor de libros y documentales dedicados al cine fantástico y de terror español.

¡¡¡Karloff vuelve!!!Nuevos, interesantes y económicos lanzamientos de Vellavisión.

14 abril 2010 2 comentarios

Con estos nuevos lanzamientos Vellavisión sigue apostando por el cine de género. Tras la magnífica colección dedicada a Paul Naschy que salió poco antes de su fallecimiento, por lo que el actor pudo contribuir con unas estupendas presentaciones. Ahora lanzan unos cuantos memorables títulos de aquellos que se dieron en  llamar coproducciones y que tocaron género de capa y espada, western, peplum (de romanos, vamos)… Los lanzamientos no se detienen aquí y también anuncian tres títulos de Jesús Franco y lo mejor: un pack del mejor Sherlock Holmes, Basil Rathbone,  con los dos títulos que rodó para 20th Century Fox que permanecían inéditos por estas tierras y por si esto fuera poco, la maravillosa El Caserón de las sombras (The Old Dark House, 1931 James Whale) que ya era hora de que se publicara en condiciones. Pero no avancemos datos y vayamos por partes:

Con fecha de salida 1 de abril y a 6.95 euros (excepto el que se indica lo contrario) tenemos los siguientes títulos:

CINE ÉPICO DE  AVENTURAS Y WESTERN EUROPEO

Programa original español

 Último domicilio conocido (Dernier Domicile Connu, 1970 Italia/Francia José Giovanni)

 Un film policíaco de los muchos que rodó el actor Lino Ventura durante los años sesenta y setenta. En este film interpreta a Marceau, un duro policía que arresta fortuitamente al hijo de un importante abogado, por lo que es trasladado a una pequeña comisaría, donde le pondrán al cargo de una policía novata (Marlène Jovert) con la que combatirá pequeños delitos pero… pronto tendrán que recurrir a su experiencia para encontrar a un testigo desaparecido. (9.95 euros)

Programa original español

Bajo el signo de Roma (Nel Segno di Roma, Italia 1959 Guido Brignone).

 Aquí tenemos un Peplum con todas las de la ley, que aunque está atribuida a Brignone, también participaron en su realización nombres de la importancia de Riccardo Freda y Michelangelo Antonioni y en cuyo guión colaboró nada menos que Sergio Leone. El film contó con la atómica Anita Ekberg, que al año siguiente inmortalizaría Federico Fellini en la Dolce Vita, además de la cubana Chelo Alonso y actores como Georges Marchal, Gino Cervi y Folco Lulli. En la película, Anita Ekberg gobierna Palmira, reino que se resiste al emperador Aureliano pero que caerá en sus fauces a base de intrigas, un episodio histórico real que es convenientemente edulcorado por aquello del «Happy End».

 

 

El hijo del Capitán Blood (Il Figlio del Capitano Blood, 1962 España/ Italia/USA Tulio Demicheli).

Cartel original español (Montalbán)

Programa original español.

Ahora que los  restos del hijo de Errol Flynn, Sean Flynn, parece que finalmente pueden haber sido encontrados después de cuarenta años desaparecido en Camboya, donde se encontraba como corresponsal de guerra, es buen momento para visionar este, su primer trabajo que rememora oportunistamente a El Capitán Blood (Captain Blood, 1935  Michael Curtiz), precisamente el título que descubrió a su inmortal padre. Todo ello en una clásica coproducción que cuenta, además de con los actores italianos y españoles de turno, con una Ann Todd de escapada por Europa, supongo que  para descansar de su casi exclusivo feudo televisivo,  haciendo de madre del joven Robert Blood, al que quiere hacer un hombre de bien embarcándole  con destino a  Londres para estudiar, pero el barco es abordado por unos piratas, cuyo capitán es un antiguo enemigo de su padre…

 
 

 

 

Cartel original español.

 ¡¡Llega Sartana!!  (Una Nuvola de Polvere… Un Grido di Morte… Arriva Sartana, 1970 España/Italia Giuliano Carnimeo)

Su protagonista, el temido Sartana (Gianni Garko), no duda en meterse en la más dura cárcel para averiguar el paradero de medio millón de dólares. En el film es secundado por la internacional Susan Scott (Nieves Navarro), Massimo Serato y Piero Lulli.

Tercera película basada en el personaje de Sartana, que obtuvo tanto éxito que hizo  proliferar los títulos en los que de  Sartana solo figuraba el nombre en el cartel  (solo en 1970 se estrenaron unos ocho films con su nombre en el título).

Los Corsarios del Caribe (Il Conquistatore di Maracaibo, 1961 Italia/España/Alemania)

Dirigida por el siempre eficaz Eugenio Martín, que igual se atreve con joyas del cine de terror español (Pánico en el Transiberiano 1972,  Una vela para el diablo,1973); como con musicales con Marisol (La chica del Molino Rojo, 1973); Rocío Dúrcal (Las Leandras, 1969) y … ¡Julio Iglesias! (La vida sigue igual, 1969) bregado en  casi todo tipo de géneros, Los Corsarios del Caribe es una de piratas que cuenta, además de con la euro-leyenda Helga Line y   los actores extranjeros de rigor, con la colaboración de los autóctonos  Luis Sánchez Polack, Frank Braña y José María Caffarel, entre otros.

Y Hablando de Eugenio Martín, no puedo dejar de recomendarles en fantástico libro Eugenio Martín, un autor para todos los géneros, de Carlos Aguilar y Anita Haas editado por Retroback y Séptimo Vicio. Seguro que les encanta.

 

Poncio Pilatos (Ponzio Pilato, 1962 Italia/Francia  Gian Paolo Callegari y Irving Rapper)

Un cuidado (en lo estético pero no en lo histórico) peplum que contó con la intervención de actores de lujo y viejas glorias: Jean Marais, Jeanne Crain, John Drew Barrymore, Basil Rathbone y… ¡Raffaella Carrà!. Ya saben, Jesucristo (¡Interpretado por J. D. Barrymore!), Barrabás y…¿ a quien salvará Pilatos?, entre muchas cosas más, claro.   

 

Sugar Colt (1966 España/Italia Franco Giraldi)

Programa original español.

Una sección entera del ejército nordista desaparece y un investigador privado descubre que han sido apresados por un coronel sin escrúpulos que pide una gran suma de dinero a cambio de su liberación. El investigador consigue llegar hasta los prisioneros, liberarlos y enfrentarse al coronel y a su banda. Un euro western que contó con la que fue musa de Jesús Franco (y de nuestros sueños) Soledad Miranda y con Alejandro Ulloa de director de fotografía.

 

Con fecha de salida 15 de abril tenemos los siguientes títulos de Jesús Franco: 

Tres películas recientes del prolífico director que se suman al pack Killer Barbys/Killer Barbys Vs. Drácula que ya editó Vellavisión hace unos meses.

Estos films, que cuentan todos ellos con la colaboración de Lina Romay son: Carne Fresca (Tender Flesh, 1998), disparatada película con Aldo Sambrell y la maravillosa Amber Newman (una vez la vean nunca podrán olvidarla); Los Blues del vampiro (Vampire Blues, 1999) con Analía Ivars (como Irina Von Murnau!!), Jesús Franco y un incipiente Pedro Tamboury. Y finalmente Seda Roja (Red Silk, 1999). Cada título a 9.95 euros.

En la misma fecha Vellavisión edita un estupendo pack: 

Por fin disponibles  la dos películas de Sherlock Holmes (Basil Rathbone) y Dr. Watson (Nigel Bruce)  que inauguraron la saga, ambas producidas por 20th Century Fox. Fue tanto el éxito  obtenido que la franquicia continuó, aunque con desiguales resultados, con once films más realizados por los estudios Universal . Estos dos títulos son:

The Hound of the Baskervilles (1939, Sidney Lansfield)

Esta película, que no se estrenó en su momento en nuestro país, nos introduce en la campiña inglesa, donde parece que un extraño y enorme perro salvaje está eliminando a todos los herederos de la familia Baskerville, así que el último decide pedir la ayuda del afamado detective y de su inseparable amigo, el Dr. Watson.  El film cuenta además con la actuación de viejos (y adorados) conocidos como John Carradine y Lionel Atwill,

Sherlock Holmes contra Moriarty (The Adventures of  Sherlock Holmes, 1939 Alfred L. Werker).

Esta sí que pasó por nuestras pantallas y su cartelista de lujo fue el ilustrador Soligó, que nos dejó un cartel y un programa de igual y efectivo diseño.

En este film Holmes se enfrenta a su archienemigo Moriarty (como dejan claro en el título español), y entre los actores, la película contó con la encantadora Ida Lupino y el viejo conocido George Zucco.

El pack que nos ofrece Vellavisión cuenta además con el documental Elemental querido Watson: La sombra de Sherlock Holmes (55 minutos de duración y Sir Arthur Conan Doyle habla de Sherlock Holmes (5 minutos de duración) además de un libreto ilustrado escrito por Carlos Díaz Maroto. Naturalmente editada en dos discos y en versión en castellano o en inglés con subtítulos en castellano disponibles. Todo ello por 14.95 euros. ¿A que esperan?

Para calentar motores os presentamos algunos de los  carteles originales americanos de The Hound of  the Baskervilles :

Y también los carteles originales americanos de Sherlock Holmes contra Moriarty (Adventures of Sherlock Holmes):

 

Y para finales  de mayo la perla de la corona:

Por fin una edición digna de The Old Dark House (1932), el clásico de James Whale que aquí se estrenó con el nombre de El caserón de las sombras. Toda una gamberrada perpetrada por el díscolo director que no se sabe muy bien si es una comedia o una película de terror. Whale se rodeó mayoritariamente de actores ingleses (Boris Karloff, Charles Laughton, Lilian Bond, Ernest Thesiger, Eva Moore y Raymond Massey) además de los americanos Melvyn Douglas y la bella Gloria Stuart, con la que James Whale contó en sus dos siguientes proyectos, con otro papel secundario en El beso ante el espejo (The Kiss Before the Mirror, 1933) y como protagonista de El hombre invisible (The Invisible Man, 1933) . Con todos estos ingredientes, realizó una película de lo más extraña, que vista aún hoy llama la atención. Un gran título de la Universal en el que Karloff continuó gesticulando y lanzando monosílabos después de hacerlo en  El Dr. Frankenstein, autor del monstruo (Frankenstein, 1931) que le llevó a la fama con el mismo Whale.

El argumento nos muestra a unos variopintos visitantes que han de cobijarse de una tormenta en una tenebrosa casa, repleta de tipos extraños que les harán vivir situaciones de peligro

Lo dicho, toda una rareza que Vellavisión nos ofrece con libreto escrito por Carlos Díaz Maroto, además de presentación y audiocomentario a cargo de Ángel Gómez Rivero, erudito escritor especializado en el género que es autor de obras como Drácula en el cine, Christopher Lee: el regreso de las tinieblas, Fantaterror italiano, Drácula versus FrankensteinCine Zombi, entre otros, además de ser coautor del Paul Naschy, la máscara de Jacinto Molina.

Se ofrece en versión original en inglés subtitulada al castellano (como debe ser) y por un precio del todo competitivo (11.95 euros).

De momento para ir abriendo boca os ofrecemos algunos elementos promocionales de época:

Programa español doble (cerrado)

Programa americano doble (abierto por parte exterior)

Programa americano doble (abierto por la parte interior)

Con este cartel se anunciaba el rodaje del film. El definitivo se basó en él, como veremos

El cartel americano.

El magnífico cartel francés.

El juego de lobby cards americano original.

Portada de la novela que se editó con ilustraciones y fotografías del film.

Y con esto termino, que ya está bien de aburrirles, ¿Lo mejor de todo?: LA PELÍCULA. En cuanto podamos hincarle el diente os daremos más detalles sobre la calidad de las ediciónes.